Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con deslumbrante maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales en la gran https://barrytjfq689548.blogs-service.com/69504411/el-cabezazo-de-zidane-y-sus-repercusiones-mediáticas